1/11/2015

Dia 11.- Genesis 27 al 31 -- "Engaños y Trabajos de Jacob"


Jacob obtiene la bendición de Isaac

Gén 27:1  Aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí. 

Gén 27:2  Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte. 

Gén 27:3  Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza; 

Gén 27:4  y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y comeré, para que yo te bendiga antes que muera. 

Gén 27:5  Y Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac a Esaú su hijo; y se fue Esaú al campo para buscar la caza que había de traer. 

Gén 27:6  Entonces Rebeca habló a Jacob su hijo, diciendo: He aquí yo he oído a tu padre que hablaba con Esaú tu hermano, diciendo: 

Gén 27:7  Tráeme caza y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga en presencia de Jehová antes que yo muera. 

Gén 27:8  Ahora, pues, hijo mío, obedece a mi voz en lo que te mando. 

Gén 27:9  Ve ahora al ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y haré de ellos viandas para tu padre, como a él le gusta; 

Gén 27:10  y tú las llevarás a tu padre, y comerá, para que él te bendiga antes de su muerte. 


Gén 27:11  Y Jacob dijo a Rebeca su madre: He aquí, Esaú mi hermano es hombre velloso, y yo lampiño. 

Gén 27:12  Quizá me palpará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí maldición y no bendición. 

Gén 27:13  Y su madre respondió: Hijo mío, sea sobre mí tu maldición; solamente obedece a mi voz y ve y tráemelos. 

Gén 27:14  Entonces él fue y los tomó, y los trajo a su madre; y su madre hizo guisados, como a su padre le gustaba. 

Gén 27:15  Y tomó Rebeca los vestidos de Esaú su hijo mayor, los preciosos, que ella tenía en casa, y vistió a Jacob su hijo menor; 

Gén 27:16  y cubrió sus manos y la parte de su cuello donde no tenía vello, con las pieles de los cabritos; 

Gén 27:17  y entregó los guisados y el pan que había preparado, en manos de Jacob su hijo. 

Gén 27:18  Entonces éste fue a su padre y dijo: Padre mío. E Isaac respondió: Heme aquí; ¿quién eres, hijo mío? 

Gén 27:19  Y Jacob dijo a su padre: Yo soy Esaú tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendigas. 

Gén 27:20  Entonces Isaac dijo a su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan pronto, hijo mío? Y él respondió: Porque Jehová tu Dios hizo que la encontrase delante de mí. 

Gén 27:21  E Isaac dijo a Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú o no. 

Gén 27:22  Y se acercó Jacob a su padre Isaac, quien le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, pero las manos, las manos de Esaú. 

Gén 27:23  Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y le bendijo. 

Gén 27:24  Y dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y Jacob respondió: Yo soy. 

Gén 27:25  Dijo también: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que yo te bendiga; y Jacob se la acercó, e Isaac comió; le trajo también vino, y bebió. 

Gén 27:26  Y le dijo Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío. 

Gén 27:27  Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo: 
 Mira, el olor de mi hijo, 
 Como el olor del campo que Jehová ha bendecido; 


Gén 27:28  Dios, pues, te dé del rocío del cielo, 
 Y de las grosuras de la tierra, 
 Y abundancia de trigo y de mosto. 


Gén 27:29  Sírvante pueblos, 
 Y naciones se inclinen a ti; 
 Sé señor de tus hermanos, 
 Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre. 
 Malditos los que te maldijeren, 
 Y benditos los que te bendijeren.(A) (B) m 

Gén 27:30  Y aconteció, luego que Isaac acabó de bendecir a Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano volvió de cazar. 

Gén 27:31  E hizo él también guisados, y trajo a su padre, y le dijo: Levántese mi padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga. 

Gén 27:32  Entonces Isaac su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él le dijo: Yo soy tu hijo, tu primogénito, Esaú. 

Gén 27:33  Y se estremeció Isaac grandemente, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que trajo caza, y me dio, y comí de todo antes que tú vinieses? Yo le bendije, y será bendito. 

Gén 27:34  Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y muy amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también a mí, padre mío. 

Gén 27:35  Y él dijo: Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición. 

Gén 27:36  Y Esaú respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, pues ya me ha suplantado dos veces: se apoderó de mi primogenitura,(C) y he aquí ahora ha tomado mi bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí? 

Gén 27:37  Isaac respondió y dijo a Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos a todos sus hermanos; de trigo y de vino le he provisto; ¿qué, pues, te haré a ti ahora, hijo mío? 

Gén 27:38  Y Esaú respondió a su padre: ¿No tienes más que una sola bendición, padre mío? Bendíceme también a mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz, y lloró.(D) 

Gén 27:39  Entonces Isaac su padre habló y le dijo: 
 He aquí, será tu habitación en grosuras de la tierra, 
 Y del rocío de los cielos de arriba; 


Gén 27:40  Y por tu espada vivirás, y a tu hermano servirás; 
 Y sucederá cuando te fortalezcas, 
 Que descargarás su yugo de tu cerviz.(E) (F) 


Jacob huye de Esaú

Gén 27:41  Y aborreció Esaú a Jacob por la bendición con que su padre le había bendecido, y dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré a mi hermano Jacob. 

Gén 27:42  Y fueron dichas a Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor; y ella envió y llamó a Jacob su hijo menor, y le dijo: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de ti con la idea de matarte. 

Gén 27:43  Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz; levántate y huye a casa de Labán mi hermano en Harán, 

Gén 27:44  y mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue; 

Gén 27:45  hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti, y olvide lo que le has hecho; yo enviaré entonces, y te traeré de allá. ¿Por qué seré privada de vosotros ambos en un día? 

Gén 27:46  Y dijo Rebeca a Isaac: Fastidio tengo de mi vida, a causa de las hijas de Het. Si Jacob toma mujer de las hijas de Het, como éstas, de las hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida?  

 Gén 28:1  Entonces Isaac llamó a Jacob, y lo bendijo, y le mandó diciendo: No tomes mujer de las hijas de Canaán. 

Gén 28:2  Levántate, ve a Padan-aram, a casa de Betuel, padre de tu madre, y toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre. 

Gén 28:3  Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos; 

Gén 28:4  y te dé la bendición de Abraham,(A) y a tu descendencia contigo, para que heredes la tierra en que moras, que Dios dio a Abraham. 

Gén 28:5  Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram, a Labán hijo de Betuel arameo, hermano de Rebeca madre de Jacob y de Esaú. 

Gén 28:6  Y vio Esaú cómo Isaac había bendecido a Jacob, y le había enviado a Padan-aram, para tomar para sí mujer de allí; y que cuando le bendijo, le había mandado diciendo: No tomarás mujer de las hijas de Canaán; 

Gén 28:7  y que Jacob había obedecido a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram. 

Gén 28:8  Vio asimismo Esaú que las hijas de Canaán parecían mal a Isaac su padre; 

Gén 28:9  y se fue Esaú a Ismael, y tomó para sí por mujer a Mahalat, hija de Ismael hijo de Abraham, hermana de Nebaiot, además de sus otras mujeres. 


Dios se aparece a Jacob en Bet-el

Gén 28:10  Salió, pues, Jacob de Beerseba, y fue a Harán. 

Gén 28:11  Y llegó a un cierto lugar, y durmió allí, porque ya el sol se había puesto; y tomó de las piedras de aquel paraje y puso a su cabecera, y se acostó en aquel lugar. 

Gén 28:12  Y soñó: y he aquí una escalera que estaba apoyada en tierra, y su extremo tocaba en el cielo; y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían por ella.(B) 

Gén 28:13  Y he aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac; la tierra en que estás acostado te la daré a ti y a tu descendencia.(C) 

Gén 28:14  Será tu descendencia como el polvo de la tierra, y te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur; y todas las familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente.(D) 

Gén 28:15  He aquí, yo estoy contigo, y te guardaré por dondequiera que fueres, y volveré a traerte a esta tierra; porque no te dejaré hasta que haya hecho lo que te he dicho. 

Gén 28:16  Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. 

Gén 28:17  Y tuvo miedo, y dijo: !!Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo. 

Gén 28:18  Y se levantó Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de cabecera, y la alzó por señal, y derramó aceite encima de ella. 

Gén 28:19  Y llamó el nombre de aquel lugar Bet-el,[a] aunque Luz[b] era el nombre de la ciudad primero. 

Gén 28:20  E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, 

Gén 28:21  y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi Dios. 

Gén 28:22  Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti.  
  

Jacob sirve a Labán por Raquel y Lea

Gén 29:1 Siguió luego Jacob su camino, y fue a la tierra de los orientales. 

Gén 29:2  Y miró, y vio un pozo en el campo; y he aquí tres rebaños de ovejas que yacían cerca de él, porque de aquel pozo abrevaban los ganados; y había una gran piedra sobre la boca del pozo. 

Gén 29:3  Y juntaban allí todos los rebaños; y revolvían la piedra de la boca del pozo, y abrevaban las ovejas, y volvían la piedra sobre la boca del pozo a su lugar. 

Gén 29:4  Y les dijo Jacob: Hermanos míos, ¿de dónde sois? Y ellos respondieron: De Harán somos. 

Gén 29:5  El les dijo: ¿Conocéis a Labán hijo de Nacor? Y ellos dijeron: Sí, le conocemos. 

Gén 29:6  Y él les dijo: ¿Está bien? Y ellos dijeron: Bien, y he aquí Raquel su hija viene con las ovejas. 

Gén 29:7  Y él dijo: He aquí es aún muy de día; no es tiempo todavía de recoger el ganado; abrevad las ovejas, e id a apacentarlas. 

Gén 29:8  Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los rebaños, y remuevan la piedra de la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas. 

Gén 29:9  Mientras él aún hablaba con ellos, Raquel vino con el rebaño de su padre, porque ella era la pastora. 

Gén 29:10  Y sucedió que cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán hermano de su madre, y las ovejas de Labán el hermano de su madre, se acercó Jacob y removió la piedra de la boca del pozo, y abrevó el rebaño de Labán hermano de su madre. 

Gén 29:11  Y Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloró. 

Gén 29:12  Y Jacob dijo a Raquel que él era hermano de su padre, y que era hijo de Rebeca; y ella corrió, y dio las nuevas a su padre. 

Gén 29:13  Así que oyó Labán las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió a recibirlo, y lo abrazó, lo besó, y lo trajo a su casa; y él contó a Labán todas estas cosas. 

Gén 29:14  Y Labán le dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía eres. Y estuvo con él durante un mes. 

Gén 29:15  Entonces dijo Labán a Jacob: ¿Por ser tú mi hermano, me servirás de balde? Dime cuál será tu salario. 

Gén 29:16  Y Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la menor, Raquel. 

Gén 29:17  Y los ojos de Lea eran delicados, pero Raquel era de lindo semblante y de hermoso parecer. 

Gén 29:18  Y Jacob amó a Raquel, y dijo: Yo te serviré siete años por Raquel tu hija menor. 

Gén 29:19  Y Labán respondió: Mejor es que te la dé a ti, y no que la dé a otro hombre; quédate conmigo. 

Gén 29:20  Así sirvió Jacob por Raquel siete años; y le parecieron como pocos días, porque la amaba. 

Gén 29:21  Entonces dijo Jacob a Labán: Dame mi mujer, porque mi tiempo se ha cumplido, para unirme a ella. 

Gén 29:22  Entonces Labán juntó a todos los varones de aquel lugar, e hizo banquete. 

Gén 29:23  Y sucedió que a la noche tomó a Lea su hija, y se la trajo; y él se llegó a ella. 

Gén 29:24  Y dio Labán su sierva Zilpa a su hija Lea por criada. 

Gén 29:25  Venida la mañana, he aquí que era Lea; y Jacob dijo a Labán: ¿Qué es esto que me has hecho? ¿No te he servido por Raquel? ¿Por qué, pues, me has engañado? 

Gén 29:26  Y Labán respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor antes de la mayor. 

Gén 29:27  Cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio que hagas conmigo otros siete años. 

Gén 29:28  E hizo Jacob así, y cumplió la semana de aquélla; y él le dio a Raquel su hija por mujer. 

Gén 29:29  Y dio Labán a Raquel su hija su sierva Bilha por criada. 

Gén 29:30  Y se llegó también a Raquel, y la amó también más que a Lea; y sirvió a Labán aún otros siete años. 


Los hijos de Jacob

Gén 29:31  Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril. 

Gén 29:32  Y concibió Lea, y dio a luz un hijo, y llamó su nombre Rubén,[a] porque dijo: Ha mirado Jehová mi aflicción; ahora, por tanto, me amará mi marido. 

Gén 29:33  Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Por cuanto oyó[b] Jehová que yo era menospreciada, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón. 

Gén 29:34  Y concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá[c] mi marido conmigo, porque le he dado a luz tres hijos; por tanto, llamó su nombre Leví. 

Gén 29:35  Concibió otra vez, y dio a luz un hijo, y dijo: Esta vez alabaré[d] a Jehová; por esto llamó su nombre Judá; y dejó de dar a luz.  

Gén 30:1  Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero. 

Gén 30:2  Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ¿Soy yo acaso Dios, que te impidió el fruto de tu vientre? 

Gén 30:3  Y ella dijo: He aquí mi sierva Bilha; llégate a ella, y dará a luz sobre mis rodillas, y yo también tendré hijos de ella. 

Gén 30:4  Así le dio a Bilha su sierva por mujer; y Jacob se llegó a ella. 

Gén 30:5  Y concibió Bilha, y dio a luz un hijo a Jacob. 

Gén 30:6  Dijo entonces Raquel: Me juzgó Dios, y también oyó mi voz, y me dio un hijo. Por tanto llamó su nombre Dan.[a] 

Gén 30:7  Concibió otra vez Bilha la sierva de Raquel, y dio a luz un segundo hijo a Jacob. 

Gén 30:8  Y dijo Raquel: Con luchas de Dios he contendido[b] con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Neftalí. 

Gén 30:9  Viendo, pues, Lea, que había dejado de dar a luz, tomó a Zilpa su sierva, y la dio a Jacob por mujer. 

Gén 30:10  Y Zilpa sierva de Lea dio a luz un hijo a Jacob. 

Gén 30:11  Y dijo Lea: Vino la ventura; y llamó su nombre Gad.[c] 

Gén 30:12  Luego Zilpa la sierva de Lea dio a luz otro hijo a Jacob. 

Gén 30:13  Y dijo Lea: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa; y llamó su nombre Aser.[d] 

Gén 30:14  Fue Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en el campo, y las trajo a Lea su madre; y dijo Raquel a Lea: Te ruego que me des de las mandrágoras de tu hijo. 

Gén 30:15  Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Raquel: Pues dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo. 

Gén 30:16  Cuando, pues, Jacob volvía del campo a la tarde, salió Lea a él, y le dijo: Llégate a mí, porque a la verdad te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche. 

Gén 30:17  Y oyó Dios a Lea; y concibió, y dio a luz el quinto hijo a Jacob. 

Gén 30:18  Y dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa,[e] por cuanto di mi sierva a mi marido; por eso llamó su nombre Isacar. 

Gén 30:19  Después concibió Lea otra vez, y dio a luz el sexto hijo a Jacob. 

Gén 30:20  Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote; ahora morará[f] conmigo mi marido, porque le he dado a luz seis hijos; y llamó su nombre Zabulón. 

Gén 30:21  Después dio a luz una hija, y llamó su nombre Dina. 

Gén 30:22  Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le concedió hijos. 

Gén 30:23  Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo: Dios ha quitado mi afrenta; 

Gén 30:24  y llamó su nombre José,[g] diciendo: Añádame Jehová otro hijo. 


Tretas de Jacob y de Labán

Gén 30:25  Aconteció cuando Raquel hubo dado a luz a José, que Jacob dijo a Labán: Envíame, e iré a mi lugar, y a mi tierra. 

Gén 30:26  Dame mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho. 

Gén 30:27  Y Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate; he experimentado que Jehová me ha bendecido por tu causa. 

Gén 30:28  Y dijo: Señálame tu salario, y yo lo daré. 

Gén 30:29  Y él respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado conmigo. 

Gén 30:30  Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número, y Jehová te ha bendecido con mi llegada; y ahora, ¿cuándo trabajaré también por mi propia casa? 

Gén 30:31  Y él dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada; si hicieres por mí esto, volveré a apacentar tus ovejas. 

Gén 30:32  Yo pasaré hoy por todo tu rebaño, poniendo aparte todas las ovejas manchadas y salpicadas de color, y todas las ovejas de color oscuro, y las manchadas y salpicadas de color entre las cabras; y esto será mi salario. 

Gén 30:33  Así responderá por mí mi honradez mañana, cuando vengas a reconocer mi salario; toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras, y de color oscuro entre mis ovejas, se me ha de tener como de hurto. 

Gén 30:34  Dijo entonces Labán: Mira, sea como tú dices. 

Gén 30:35  Y Labán apartó aquel día los machos cabríos manchados y rayados, y todas las cabras manchadas y salpicadas de color, y toda aquella que tenía en sí algo de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y las puso en mano de sus hijos. 

Gén 30:36  Y puso tres días de camino entre sí y Jacob; y Jacob apacentaba las otras ovejas de Labán. 

Gén 30:37  Tomó luego Jacob varas verdes de álamo, de avellano y de castaño, y descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de las varas. 

Gén 30:38  Y puso las varas que había mondado delante del ganado, en los canales de los abrevaderos del agua donde venían a beber las ovejas, las cuales procreaban cuando venían a beber. 

Gén 30:39  Así concebían las ovejas delante de las varas; y parían borregos listados, pintados y salpicados de diversos colores. 

Gén 30:40  Y apartaba Jacob los corderos, y ponía con su propio rebaño los listados y todo lo que era oscuro del hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y no lo ponía con las ovejas de Labán. 

Gén 30:41  Y sucedía que cuantas veces se hallaban en celo las ovejas más fuertes, Jacob ponía las varas delante de las ovejas en los abrevaderos, para que concibiesen a la vista de las varas. 

Gén 30:42  Pero cuando venían las ovejas más débiles, no las ponía; así eran las más débiles para Labán, y las más fuertes para Jacob. 

Gén 30:43  Y se enriqueció el varón muchísimo, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos, y camellos y asnos.  

Gén 31:1  Y oía Jacob las palabras de los hijos de Labán, que decían: Jacob ha tomado todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha adquirido toda esta riqueza. 

Gén 31:2  Miraba también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como había sido antes. 

Gén 31:3  También Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu parentela, y yo estaré contigo. 

Gén 31:4  Envió, pues, Jacob, y llamó a Raquel y a Lea al campo donde estaban sus ovejas, 

Gén 31:5  y les dijo: Veo que el semblante de vuestro padre no es para conmigo como era antes; mas el Dios de mi padre ha estado conmigo. 

Gén 31:6  Vosotras sabéis que con todas mis fuerzas he servido a vuestro padre; 

Gén 31:7  y vuestro padre me ha engañado, y me ha cambiado el salario diez veces; pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal. 

Gén 31:8  Si él decía así: Los pintados serán tu salario, entonces todas las ovejas parían pintados; y si decía así: Los listados serán tu salario; entonces todas las ovejas parían listados. 

Gén 31:9  Así quitó Dios el ganado de vuestro padre, y me lo dio a mí. 

Gén 31:10  Y sucedió que al tiempo que las ovejas estaban en celo, alcé yo mis ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían a las hembras eran listados, pintados y abigarrados. 

Gén 31:11  Y me dijo el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. 

Gén 31:12  Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás que todos los machos que cubren a las hembras son listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo que Labán te ha hecho. 

Gén 31:13  Yo soy el Dios de Bet-el, donde tú ungiste la piedra, y donde me hiciste un voto.(A) Levántate ahora y sal de esta tierra, y vuélvete a la tierra de tu nacimiento. 

Gén 31:14  Respondieron Raquel y Lea, y le dijeron: ¿Tenemos acaso parte o heredad en la casa de nuestro padre? 

Gén 31:15  ¿No nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido del todo nuestro precio? 

Gén 31:16  Porque toda la riqueza que Dios ha quitado a nuestro padre, nuestra es y de nuestros hijos; ahora, pues, haz todo lo que Dios te ha dicho. 


Jacob huye de Labán

Gén 31:17  Entonces se levantó Jacob, y subió sus hijos y sus mujeres sobre los camellos, 

Gén 31:18  y puso en camino todo su ganado, y todo cuanto había adquirido, el ganado de su ganancia que había obtenido en Padan-aram, para volverse a Isaac su padre en la tierra de Canaán. 

Gén 31:19  Pero Labán había ido a trasquilar sus ovejas; y Raquel hurtó los ídolos de su padre. 

Gén 31:20  Y Jacob engañó a Labán arameo, no haciéndole saber que se iba. 

Gén 31:21  Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó y pasó el Eufrates, y se dirigió al monte de Galaad. 

Gén 31:22  Y al tercer día fue dicho a Labán que Jacob había huido. 

Gén 31:23  Entonces Labán tomó a sus parientes consigo, y fue tras Jacob camino de siete días, y le alcanzó en el monte de Galaad. 

Gén 31:24  Y vino Dios a Labán arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente. 

Gén 31:25  Alcanzó, pues, Labán a Jacob; y éste había fijado su tienda en el monte; y Labán acampó con sus parientes en el monte de Galaad. 

Gén 31:26  Y dijo Labán a Jacob: ¿Qué has hecho, que me engañaste, y has traído a mis hijas como prisioneras de guerra? 

Gén 31:27  ¿Por qué te escondiste para huir, y me engañaste, y no me lo hiciste saber para que yo te despidiera con alegría y con cantares, con tamborín y arpa? 

Gén 31:28  Pues ni aun me dejaste besar a mis hijos y mis hijas. Ahora, locamente has hecho. 

Gén 31:29  Poder hay en mi mano para haceros mal; mas el Dios de tu padre me habló anoche diciendo: Guárdate que no hables a Jacob descomedidamente. 

Gén 31:30  Y ya que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me hurtaste mis dioses? 

Gén 31:31  Respondió Jacob y dijo a Labán: Porque tuve miedo; pues pensé que quizá me quitarías por fuerza tus hijas. 

Gén 31:32  Aquel en cuyo poder hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Raquel los había hurtado. 

Gén 31:33  Entró Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de Lea, y en la tienda de las dos siervas, y no los halló; y salió de la tienda de Lea, y entró en la tienda de Raquel. 

Gén 31:34  Pero tomó Raquel los ídolos y los puso en una albarda de un camello, y se sentó sobre ellos; y buscó Labán en toda la tienda, y no los halló. 

Gén 31:35  Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y él buscó, pero no halló los ídolos. 

Gén 31:36  Entonces Jacob se enojó, y riñó con Labán; y respondió Jacob y dijo a Labán: ¿Qué transgresión es la mía? ¿Cuál es mi pecado, para que con tanto ardor hayas venido en mi persecución? 

Gén 31:37  Pues que has buscado en todas mis cosas, ¿qué has hallado de todos los enseres de tu casa? Ponlo aquí delante de mis hermanos y de los tuyos, y juzguen entre nosotros. 

Gén 31:38  Estos veinte años he estado contigo; tus ovejas y tus cabras nunca abortaron, ni yo comí carnero de tus ovejas. 

Gén 31:39  Nunca te traje lo arrebatado por las fieras: yo pagaba el daño; lo hurtado así de día como de noche, a mí me lo cobrabas. 

Gén 31:40  De día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos. 

Gén 31:41  Así he estado veinte años en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis años por tu ganado, y has cambiado mi salario diez veces. 

Gén 31:42  Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham y temor de Isaac, no estuviera conmigo, de cierto me enviarías ahora con las manos vacías; pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y te reprendió anoche. 

Gén 31:43  Respondió Labán y dijo a Jacob: Las hijas son hijas mías, y los hijos, hijos míos son, y las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú ves es mío: ¿y qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas han dado a luz? 

Gén 31:44  Ven, pues, ahora, y hagamos pacto tú y yo, y sea por testimonio entre nosotros dos. 

Gén 31:45  Entonces Jacob tomó una piedra, y la levantó por señal. 

Gén 31:46  Y dijo Jacob a sus hermanos: Recoged piedras. Y tomaron piedras e hicieron un majano, y comieron allí sobre aquel majano. 

Gén 31:47  Y lo llamó Labán, Jegar Sahaduta;[a] y lo llamó Jacob, Galaad.[b] 

Gén 31:48  Porque Labán dijo: Este majano es testigo hoy entre nosotros dos; por eso fue llamado su nombre Galaad; 

Gén 31:49  y Mizpa,[c] por cuanto dijo: Atalaye Jehová entre tú y yo, cuando nos apartemos el uno del otro. 

Gén 31:50  Si afligieres a mis hijas, o si tomares otras mujeres además de mis hijas, nadie está con nosotros; mira, Dios es testigo entre nosotros dos. 

Gén 31:51  Dijo más Labán a Jacob: He aquí este majano, y he aquí esta señal, que he erigido entre tú y yo. 

Gén 31:52  Testigo sea este majano, y testigo sea esta señal, que ni yo pasaré de este majano contra ti, ni tú pasarás de este majano ni de esta señal contra mí, para mal. 

Gén 31:53  El Dios de Abraham y el Dios de Nacor juzgue entre nosotros, el Dios de sus padres. Y Jacob juró por aquel a quien temía Isaac su padre. 

Gén 31:54  Entonces Jacob inmoló víctimas en el monte, y llamó a sus hermanos a comer pan; y comieron pan, y durmieron aquella noche en el monte. 

Gén 31:55  Y se levantó Labán de mañana, y besó sus hijos y sus hijas, y los bendijo; y regresó y se volvió a su lugar. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario