¿Cuánto nos gusta y cuánto lo exigimos? ...¿Cómo lograrlo? . Dios establece la manera en su palabra: Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. Mateo 7:12. A estas palabras del supremo ejemplo, Jesús se le ha llamado. 'La Regla de Oro" El metro que, es la unidad principal de medida de longitud del Sistema Internacional métrico decimal, es producto de una historia de 100 años,(1789 a 1889) . En el intentos de unificación de las distintas medidas con el objetivo de simplificar los intercambios, facilitar el comercio y el cobro justo de impuestos. Fue el 28 de Septiembre, (día que Cuca y yo nos casamos, pero 73 años más tarde) la Comisión Internacional de Pesos y Medidas adoptó nuevos prototipos para el metro y, después, para el kilogramo, los cuales se materializaron en un metro patrón de platino e iridio depositados en cofres situados en los subterráneos del pabellón de Breteuil en Sevres, Oficina de Pesos y Medidas, en las afueras de París. Se hizo una copia para cada uno de los veinte países firmantes del acuerdo. Ese es el patrón, este guardado seguro en un cofre, nadie lo puede variar. Cristo es el creador de una regla de más valor que el platino e iridio, es la regla de ORO. Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. Mateo 7:12. Esta regla está guardada en el cofre divino de la palabra Santa y eterna por la cual un día nos medirán y entonces sabremos si hemos respetado o no. El metro sirve para medir la longitud, pero la regla de oro sirve para medir la conducta del hombre y sus relaciones interpersonales. Generalmente, el trato que recibimos de los demás, no es más que una respuesta de nuestras actitudes. Es una proyección de nosotros mismos. Se dice que el 90% de los conflictos familiares son producto de una palabra inadecuada, irrespetuosa. Respetar a los demás seres humanos lo hacen gentes civilizadas. De manera que quien no respete a los demás se catalogaría como "incivilizado", o "bárbaro". Esa "barbarie" es fácil cometerla en el seno familiar cuando no usamos la regla de oro. Conclusión: Co1.3:18 Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. 19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. 20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. 23 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.
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